Por Carlos Cruz
Cada año la población católica celebra la semana santa a nivel mundial. Durante este periodo se recuerda la vida, pasión y muerte de Jesucristo.
Cada año la población católica celebra la semana santa a nivel mundial. Durante este periodo se recuerda la vida, pasión y muerte de Jesucristo.
Aunque su celebración es visible, no todas las personas profesan el catolicismo, o celebran este periodo como tradicionalmente se acostumbra.
Recordemos que existen otras religiones en el mundo, así como quienes se declaran ateos y niegan la existencia de un Dios.
RELIGIÓN:
Para quienes desde su nacimiento por tradición o convicción practican el catolicismo, este periodo es muy importante pues aprovechan para reafirmar sus creencias y acercarse más a Dios (según ellos).
Asistir a misas, procesiones y cumplir penitencias es típico en el catolicismo, pero, en Semana Santa esto aumenta inimaginablemente.
Sin duda las personas aprovechan este periodo vacacional para dedicarse a las actividades religiosas y así sentirme mejor espiritualmente, solas o en familia.
DIVERSIÓN:
Por otra parte, las personas no católicas optan por la diversión y el descanso. En estas vacaciones son muchas las familias que aprovechan para salir de sus casas rumbo a centros turísticos de montaña, playa o simplemente visitar familiares lejanos.
Otros por sus bajos ingresos deciden pasarla en casa, pero no obstante, siempre encuentran la manera de divertirse en familia y con amigos.
…
Para los católicos en su máxima expresión, esto es incorrecto, por negarle importancia y el espacio a la Semana Santa periodo dedicado a la vida y muerte de Jesucristo.
Debemos recordar que muchos trabajan o estudian excesivamente, por lo que, descansar y eliminar su estres es lo menos que merecen.
Sin duda pese a que la manifestación religiosa en Semana Santa es de gran magnitud, se debe reconocer la pérdida de los valores religiosos que enfrenta la sociedad mundial, por razones muy difíciles de plantear, aceptar y sustentar.
Para bien o para mal, el sector de la población que opta por la diversión es y seguirá siendo un factor de desarrollo económico y social para todos los países que invierten en el turismo.
Algunos gobiernos invierten parte de su presupuesto anual, con la seguridad que periodos como el de Semana Santa, les beneficiara con jugosas ganancias económicas.
La fórmula perfecta sería entonces combinar tanto la religión con la diversión. A modo de lograr un equilibrio productivo tanto para la salud física, bienestar espiritual y el desarrollo económico del país.
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