sábado, 13 de noviembre de 2010

UES: El dolor de cabeza no se termina

Por Carlos Cruz

Cada año el proceso de selección para ingresar a la Universidad de El Salvador (UES), implica un proceso tedioso lleno de malos procesos e inmadurez, si bien, no es un secreto que alguno/as aspirantes sufren problemas irracionales, debe reconocerse que tras los resultados de la prueba que muchos temen y otros anhelan el dolor de cabeza apenas empieza.

Con nervios, con entusiasmo o con inconsciencia muchos jóvenes realizan la prueba, y digo inconsciencia porque para nadie es un secreto que la UES cuenta con presupuesto bajo, instalaciones limitadas ante la demanda descomunal que cada año recibe. ¿Y cómo no ha de ser así si es la única universidad estatal y accesible para las personas de escasos recursos?

Pero más allá de reconocer las limitantes institucionales hay que aceptar que muchos jóvenes son realmente incompetentes a la hora de hacer la prueba de nuevo ingreso, no por contar con una enseñanza literalmente baja acarreada por el sistema educativo implementado tras los acuerdos de paz, sino por el simple hecho de no tomar seriedad en el caso y no ponerse a estudiar cómo se debe, para prepararse para una evaluación tan decisiva que permite ingresar o no a la UES en calidad de estudiante.

Mientras unos se desvelan estudiando las materias a evaluar, y que son las básicas: sociales, lenguaje y literatura, matemática y ciencias. Otros desperdician su tiempo en diferentes cosas, algunos viendo películas, otros chateando por internet, otros tirando piedras y peleando por el simple hecho de estudiar aquí o estudiar allá. ¿Pero esto a que nos conduce?

Los que logran entrar con la primera prueba es porque se esforzaron estudiando, por el simple deseo de llegar a ser "alguien" en la vida, y contribuir con el desarrollo de El Salvador (que le hace falta con urgencia  vale reconocerse). Otros no logran ingresar, pero, califican para la segunda lo cual significa que les falto empeño y tienen la oportunidad de ingresar si realmente se esfuerzan.

Pero, son muchos los inconscientes que aun cuando obtienen una calificación entre 0 y 3 que quieren ingresar a la UES sea como sea. Entonces surgen las organizaciones estudiantiles que "luchan por la educación para todos", pero acaso la Universidad está construida de goma para estirar y poder recibir a cuanta alma quiera ingresar en calidad de ESTUDIANTE, la respuesta es NO.

Ni el personal docente ni administrativo están calificados para soportar sobrecarga laboral, y aquí no solo se afecta a los estudiantes que si merecieron su ingreso en la incomodidad (dado el caso que hay grupos donde los jóvenes reciben clases de pie porque no hay suficientes pupitres), sino la calidad educativa está en peligro, porque estos estudiantes son deficientes académicamente lo que entorpece el proceso de enseñanza-aprendizaje universitario.

Ya se ven los preparativos de estos grupos que en repetidas ocasiones han cerrado las instalaciones de la Alma Mater de una forma “ILEGAL”" sin que nada ni nadie les sancione como se debe por obstruir la educación de los que SI estudiaron y si merecieron su ingreso. Aunque la constitución menciona que la educación es derecho de todos, esto no puede cumplirse en el caso de la UES.

Solo cuando realmente los descalificados tomen conciencia que, si no dieron el 100%, no merecen ejercer reclamo alguno, se podrán evitar casos desagradables como el ocurrido a inicios de este año. En este 2010 la UES fue tomada por encapuchados que exigían el ingreso de gente con calificaciones que, ni en un KINDER  se verían, sin importarles que esto terminó afectando a toda la comunidad estudiantil, quienes vieron el ciclo 1 así como el ciclo 2 acortado por tal incidente.

Basta ya de esa actitud mediocre, dejen estudiar a la gente que realmente quiere progresar en la vida y mejorar El Salvador con base a su trabajo y educación. En lugar de preparar motines universitarios, luchen por obtener del Estado un presupuesto justo, que pueda contribuir a la construcción de nuevos Campus de la UES a nivel nacional para facilitar el acceso a la educación de la población que lo necesita.
Mientras el panorama no muestre señales de cambio, el dolor de cabeza que produce el nuevo ingreso a la comunidad universitaria de la UES, no dejara de existir, solo resta esperar que estos tengan la paciencia necesaria para soportar nuevos grupos de revoltosos caprichosos e inmaduros que muchas veces no aprovechan su estadía cuando la UES termina accediendo a sus peticiones irracionales.