¿ESPERAR O HACER QUE TE ESPEREN?

Por Carlos Cruz

No es extraño escuchar, “tuve esperarlo/a por más de X minutos” y es que para los salvadoreños es costumbre (y “mala” realmente), llegar tarde a una cita, para el tardista es normal y no le afecta muchas veces, pues no toma conciencia de lo molesto que es el estará esperando a alguien por varios minutos muchas veces injustificadamente.

Mientras para el que espera implica sacrificar parte de su tiempo en algo improductivo, tan solo por la cortesía de esperar a la persona citada o muchas veces porque la persona es indispensable para realizar alguna actividad.

Este se comprueba en el hecho que no importa la condición social o el nivel educativo, mas de ricos y pobres son tardistas, en nuestro país hasta el mismo presidente Mauricio Funes ha llegado tarde a mas de una conferencia o acto gubernamental.

¿Pero qué pasa cuando a un tardista se le hace esperar? Todo cambia pues en muchos casos estos reclaman a la persona que los hizo esperar pues les molesta esperar y es cuando son enfrentados por la persona quien les hace ver su impuntualidad permanente.

Mientras que culturas como la japonesa se caracteriza por la puntualidad la cual es considerada como muestra de respeto para la persona que espera, en El Salvador se podría decir que nadie respeta los demás.

Es de tener en cuenta que a veces surgen problemas en el camino, lo cual hace que nos demoremos en llegar a nuestro destino, pero, la solución está en administrar mejor el tiempo para no salir con escaso o exacto tiempo para el viaje.

Pero al darse un problema en el camino lo ideal es comunicarse con la persona que nos espera a modo que este sabedora que tendrá que esperar, y no asumir que la persona nos tiene que esperar obligadamente, pues cuando se llega y ya se han ido, el tardista siempre reclama porque no se le espero, sin reflexionar en su acto de irrespetuosa impuntualidad.

De vez en cuando pedir disculpas no está mal, pues recordemos que nuestro país presenta un nivel de inseguridad, que a pesar de los esfuerzos del gobierno central y las instituciones de seguridad, no permite estar por mucho tiempo fijos en un lugar pues podemos ser víctima de algún acto delincuencial como robo o algo peor.