martes, 3 de mayo de 2011

DÍA MUNDIAL DE LA LIBERTAD DE PRENSA ¿REALIDAD O FICCIÓN?

Por Carlos Cruz

<En 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas a iniciativa de los países miembros de la Unesco, proclama el 3 de mayo como Día Mundial de la Libertad de Prensa, con la idea de "fomentar la libertad de prensa en el mundo al reconocer que una prensa libre, pluralista e independiente es un componente esencial de toda sociedad democrática">.


En este sentido debemos cuestionarnos en el ejercicio del periodismo, si en cada uno de nuestros países realmente existe la “Libertad de Prensa”. Pues no es necesario que los gobiernos o leyes existentes nos censuren mediáticamente. Los intereses económicos autocensuran a los medios de comunicación, y estos a su vez censuran a sus periodistas, pues si alguna nota incomoda a sus principales inversionistas publicitarios representa la pérdida de ingresos importantes para el funcionamiento del medio.

<Cada año la Unesco conmemora esta fecha, rindiendo tributo de esta manera a los numerosos periodistas alrededor del mundo que por decisión profesional ponen en peligro sus vidas en el esfuerzo de informar a sus sociedades y de promover el libre flujo de la información>.

Estas palabras solo me recuerdan a los colegas mexicanos que enfrentan una situación de extremo peligro donde el crimen organizado y el narcotráfico atentan contra el ejercicio periodístico, la libertad de prensa y la vida misma de los periodistas.

Pero ¿qué pasa con aquellos que son vetados y se les cierra el mercado laboral solo por denunciar algún hecho referente a un funcionario, político o empresario, que por su actitudes y hechos fueron denunciados con la verdad en el libre ejercicio periodístico? Esto provoca la autocensura en el periodista y por ende en la NO existencia de la “Libertad de prensa”.

<La Unesco convoca cada 3 de mayo a todos los países miembros y a sus sociedades a reflexionar sobre la libertad de prensa y los diversos tópicos que atañen a los temas del periodismo, la información y la comunicación>.

Pero qué sentido tiene pararse y hacer mención de algo inoperable en nuestros países. Desde el medio de comunicación más ínfimo hasta las grandes cadenas internacionales responden a intereses determinados, negar tal situación sería pecar de ingenuos.
El problema tiene sus orígenes desde la academia, pues desde que los docentes aprueban o rechazan posibles temas de investigación o para dar simple cobertura, están ejerciendo una censura que conlleva a lo existencia de libertad de prensa.

Y posteriormente podemos encontrar gobiernos radicales donde se cierran canales televisivos históricos por el simple hecho de no compartir la ideología del presidente y partido en el poder. ¿Acaso no es el deber de un medio y de los periodistas informar sobre la verdad lo más objetivamente dentro de la subjetividad  con la que se hacen las notas informativas?

Los periodistas no debemos ser solo simples instrumentos de difusión al servicio del poderoso, ni de los gobiernos de turno. Nuestro deber y compromiso es con la sociedad en general, que merece conocer la realidad oculta, aquello que está ahí pero nadie dice ni quiere contar o quiere se vuelva del conocimiento público.

Los objetivos del periodismo son informar, formar, orientar, educar y entretener; y para ello es imprescindible la existencia de la “Libertad de Prensa”. Soñemos entonces con una sociedad mundial utópica, donde la “Libertad de Prensa” reine, tras la aniquilación de la censura y autocensura, la negación al derecho y el acceso a información  así como la coacción en contra de los periodistas y el periodismo mismo.

Como periodistas tenemos el derecho de exigir la creación de leyes que nos garanticen no solo la libertad de prensa, sino que refuerce la libertad de expresión, el derecho de información, el acceso a la información así como derecho al ejercicio del periodismo no solo cotidiano ni a profundidad, sino también el de investigación.

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