Por Carlos Cruz
Luego de muchos años de estar fuera de servicio, este 30 de marzo será un día para recordar en la historia de la Universidad de El Salvador (UES). Tras muchos comentarios, dudas y expectativas, la comunidad estudiantil se alegró con la reapertura del comedor universitario ubicado en el local de la Estrella.
Luego de muchos años de estar fuera de servicio, este 30 de marzo será un día para recordar en la historia de la Universidad de El Salvador (UES). Tras muchos comentarios, dudas y expectativas, la comunidad estudiantil se alegró con la reapertura del comedor universitario ubicado en el local de la Estrella.
Hasta hace un tiempo, este local fue sede de un gremio estudiantil, pero gracias al interés de reactivar el comedor universitario, se logró que este gremio desalojará pacíficamente. Con el acuerdo alcanzado, se inició el proceso de limpieza y posterior remodelación.
Mucho se rumoró, desde que este local sería utilizado para ampliar la Facultad de Ciencias Naturales, hasta que instalarían un foodcourt de comida rápida.
La afluencia en el día de reapertura fue como se esperaba, tras 30 años de no funcionar, muchos hicieron largas filas esperando probar los platillos, que además de ricos son baratos, logrando estar al alcance de la comunidad estudiantil de escasos recursos.
La higiene impactó a muchos que aún en redes sociales como Facebook, no podían creer la limpieza hasta en los baños, y expresaron su buen parecer sobre el nuevo comedor.
En la universidad existe un comedor de carácter privado además del reaperturado. A diferencia del comedor de la Estrella, que está bajo el control directo de la UES, el otro carece de compromiso nutricional.
Sin embargo, aun presentan cosas por mejorar. Debe haber paciencia pues el personal debe adaptarse a la afluencia que enfrentan. Ay quien dice que la lentitud en el despacho de la comida se debe a que solo existe un cajero quien hace el cobro correspondiente.
Todo se puede superar para ofrecer un buen servicio, esperemos el nuevo comedor lo demuestre. Sin embargo, la crítica hoy es para el sector estudiantil.
Sin embargo, aun presentan cosas por mejorar. Debe haber paciencia pues el personal debe adaptarse a la afluencia que enfrentan. Ay quien dice que la lentitud en el despacho de la comida se debe a que solo existe un cajero quien hace el cobro correspondiente.
Todo se puede superar para ofrecer un buen servicio, esperemos el nuevo comedor lo demuestre. Sin embargo, la crítica hoy es para el sector estudiantil.
¿Cómo así? Pues sencillo, entre los problemas presentados en el comedor privado, estaba la limpieza, el precio y la calidad de los alimentos. Pero sobre todo la gran demanda, por la cual muchos tenían que comprar su comida para llevar forzadamente, pues, irónicamente muchas mesas eran ocupadas por personas que no estaban ingiriendo alimentos.
Desde los típicos grupos que se juntan para su tertulia diaria, los grupos más sobresalientes que utilizan las mesas para jugar cartas, hasta quienes aprovechan las mesas del comedor para hacer sus tareas, ocupaban hasta el 25% de las mesas mientras quienes verdaderamente necesitaban hacer uso de las mesas tenían que buscar como locos un lugar donde poder sentarse para realizar su almuerzo.
Tras un día de apertura, este fenómeno ya se empieza a vivir, ahora con la dinámica que utilizan las mesas para dormirse un rato.
Por el momento la reapertura del comedor universitario es una opción para todos aquellos que se han visto privado de los puestos donde antes compraban algo económico para comer, tras el desalojo obligado ordenado por las autoridades universitarias.
¿Será que pronto la UES instale sus propias impresoras y fotocopiadoras para dar servicio a la comunidad estudiantil? Realmente sería conveniente, pues con el desalojo de los locales, se ha afectado la fácil reproducción de materiales de lectura y de refuerzo académico tan importante para los estudiantes de la Alma Mater.