Por Carlos Cruz
La población de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales,
Transgéneros, Travestis e Intersexuales (LGBTI) de El Salvador salió a las
calles de San Salvador el sábado 29 de junio, exigiendo la garantía y el
respeto a sus derechos humanos, además de justicia en los casos de Crímenes de
Odio impunes hasta la fecha desde hace más de 30 años.
Bajo el lema “Sin Igualdad no hay Justicia”, la población
LGBTI y personas heterosexuales que les apoyan se reunieron en la Plaza
Salvador del Mundo, el cual fue el punto de salida de la Decimoséptima marcha, que en este año fue formalmente
organizada por el Comité 28 de Junio; el cual está conformado por
organizaciones, movimientos y activistas independientes de la Diversidad
Sexual.
Según el coordinador de la Asociación Solidaria Para el
Desarrollo Humano (ASPIDH Arcoíris Trans), Edwin “Paty” Hernández, el Comité
organizador eligió el lema “Sin Igualdad no Hay Justicia”, porque la justicia
encierra todo lo justo y con la comunidad LGBTI esta no se garantiza.
“En este país hay impunidad en los crímenes de odio, nunca
han echado a un maestro cuando discrimina a una persona Trans, lesbiana o gay
en las escuelas, ni sancionado a un policía cuando abusa del poder o la fuerza,
nunca han sancionado a los políticos que en la Asamblea Legislativa nos
denigran cuando hablan de la reforma constitucional, este país tiene una deuda
con la comunidad LGBTI porque nunca se ha castigado a las personas que nos
discriminan... jamás”, agregó Hernández.
En la marcha se apreciaron pancartas y banners con frases exigiendo
la reivindicación de los derechos de la población LGBTI las cuales eran
acompañadas del desfile multicolor de las banderas arcoíris (emblema a nivel
mundial de la Diversidad Sexual).
Según el coordinador de proyectos de Asociación Salvadoreña
de Derechos Humanos Entre Amigos, Joaquín Cáceres, en lo que va del año se
contabilizan seis "crímenes de odio", pero desde 1994 a la fecha la
cifra acumulada es de 150 casos registrados. "Demandamos que se haga
justicia para promover la igualdad y combatir la impunidad", agregó.
Por primera vez en la historia la marcha se realizó en
bloques, cada uno identificando a un sector LGBTI, así como grupos aliados que
apoyan a esta comunidad generalmente discriminada por la sociedad.
Ante la vista insólita del público, este desfile social conto
con la presencia de iglesias que se sumaron pidiendo al gobierno la garantía y el
cumplimiento de los derechos de las personas sin importar su orientación
sexual, así como el cumplimiento de justicia en los “Crímenes de Odio”.
“Me sorprende que hayan iglesias que estén apoyando esta
actividad, pero me parece muy bien porque son seres humanos como nosotros,
tienen sentimientos y también trabajan apoyando al desarrollo de nuestro país. Los
partidos políticos así como son buenos para pedirles el voto, también deberían
hacerlo para crear políticas públicas que les ayuden a ya no ser discriminados
ni vistos como fenómenos o enfermos por tener una orientación sexual diferente”,
expresó Marta Guardado, salvadoreña que vio la marcha desde una acera junto a
su familia.
Por medio de altoparlantes, la directora de COMCAVIS Trans,
Karla Avelar, hacía énfasis en dos de las demandas de la población Trans de El
Salvador: Ley de Identidad de Género y Justicia en los casos de “Crímenes de
Odio”.
La población Trans exige una ley de identidad que les permita
desarrollarse plenamente y gozar de sus derechos. Uno de los beneficios sería
el poder registrarse con nombres acordes a su expresión e identidad de género, pues
como mujeres y hombres Trans no existen en este país, porque se les niega su
derecho al obligarles a usar el nombre según su DUI lo cual les afecta laboralmente.
El recorrido de la Marcha por la Diversidad Sexual El
Salvador 2013 contó con un despliegue policial destacable con el objetivo de
proteger a la población LGBTI manifestante, de cualquier ataque producido por
homo-les-bi-transfobia. Al entrar en el Centro Histórico algunas personas
reflejaron su apoyo mientras otras aprovecharon para insultar a quienes lucían
sus atuendos de travestís.
Además de exigir sus demandas los líderes y lideresas de las
organizaciones y activistas independientes de la Diversidad Sexual aprovecharon
los altavoces para enfatizar el reconocimiento de la población LGBTI que el
Presidente de El Salvador, Mauricio Funes, hiciera durante su discurso semanal,
transmitido los sábados vía emisión radial a nivel nacional.
"La comunidad LGBT durante los gobiernos anteriores
nunca fue reconocida, ni su existencia, ni tampoco los derechos que le asisten
a los integrantes de esta comunidad. Es en mi gobierno que se les ha reconocido
como sujetos de derechos", comentó el mandatario.
Ante este hecho, el Director ejecutivo y representante legal
de Asociación Salvadoreña de Derechos Humanos Entre Amigos, William Hernández,
aprovecho para pedirle al presidente enviar el decreto ejecutivo 56 a la
Asamblea Legislativa, con el objetivo que este se convierta en ley.
En el 2010 el presidente Funes firmó el decreto 56, el cual prohíbe
la discriminación por orientación sexual y/o identidad de género en las
instituciones del gobierno o por empleados públicos. Otro logro para la
comunidad LGBTI salvadoreña es que la Secretaría de Inclusión Social puso a
funcionar el centro de llamadas 131 para brindar atención en materia de diversidad
sexual.
La Marcha por la Diversidad Sexual en El Salvador 2013 fue
acompañada al ritmo de batucadas y gritos de demandas sociales por carrozas, reinas
de belleza LGBTI, Travestís, Gays, Bisexuales, Lesbianas, Trans, población
religiosa y heteroaliada.
Durante el acto cierre y gracias a las gestiones del Director del portal ElSalvadorG.com, Nicolás Rodríguez, se desplegaron tres banderas arcoíris de los palcos del Palacio Nacional, ubicado en el
centro histórico de San Salvador.
Acá en acto público se agradeció a la población LGBTI, religiosa y heteroaliada por su participación y se les invitó a pasarles factura en las
elecciones de 2014 a los partidos políticos que no benefician a la población
LGBTI que les ha dado su voto en los pasados procesos electorales.